Los precios registran aumentos de hasta el 10%; los turistas consultaron, pero no alquilaron; muchas reservas se hacen por Internet.MAR DEL PLATA.- Sábado de diluvio, con obligación de quedarse en el hotel o, a lo sumo, resguardarse en centros de entretenimiento o algún café. Domingo de sol, que se disfrutó mucho, al aire libre, bien cerca de las playas. Las variantes del tiempo se sintieron bastante en las inmobiliarias de la ciudad, que esperaban el fin de semana con mucho entusiasmo para recibir a más de 100.000 turistas y cerrar un buen volumen de contratos de alquileres para la temporada y tuvieron que conformarse con bastante menos de lo esperado.
En el mejor de los casos, hay reservas confirmadas que rondan el 10% de la oferta de inmuebles que componen su cartera para el verano. Algo mejor, favorecido tal vez por el perfil económico de su clientela, asoma el escenario en Cariló. Desde allí afirman que las reservas se acercan al 20%. Y en ambos destinos insisten en que los precios son los mismos de la temporada anterior con algunos casos de subas de hasta el 10%.
De todos modos, en el sector no hay preocupación. Todos coinciden en que ya hace tiempo que Internet cambió el ritmo de estas operaciones. Y mientras años atrás cada acuerdo se cerraba en este mismo fin de semana largo y cara a cara, hoy se resuelve más cerca del verano y con el simple clic que se necesita para dar un OK a través de un correo electrónico.
También se percibe una mayor tranquilidad y optimismo que hace un año, cuando la crisis económica internacional amenazaba con problemas más graves que los que finalmente se percibieron en el país. Los turistas anticipan ya su decisión de veranear aquí, pero se toman su tiempo para buscar precios que se ajusten mejor a su presupuesto.
"En estos días hemos recibido reservas concretas para la temporada", confirmó Oscar Gonnet, principal operador de alquileres de departamentos en el radio céntrico. Y admitió su sorpresa por una concentración de pedidos para los últimos días de diciembre hasta los primeros de enero, con gente decidida a pasar aquí las fiestas de fin de año.
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