"Nos encontramos con un tiempo excepcional, casi como en los días que tuvimos en enero", dijo Orlando, un empresario que llegó con su esposa, dos hijos y tres sobrinos. "¿Quién se iba a imaginar que en abril iban a estar disfrutando del mar?", dice, mientras los ve divertirse entre las olas más cercanas.
Una jornada ideal, también, para disfrutar con cierto aire de aventura. Los cuatriciclos se multiplican sobre la playa; en algunos casos, con familias completas, que van de aquí para allá. Y retumban las carcajadas de los grupos que se animan a travesías más osadas entre los médanos, a bordo de camiones de doble tracción.
Laura, a cargo del parador Cozumel, es de las que dan por seguro que se ve más turismo que en Semana Santa del año anterior. "En este fin de semana coinciden la mayoría de los clientes que hemos tenido en enero y febrero", contó a La Nacion.
La terraza del parador mostraba al mediodía sus mesas en pleno para no perderse nada del buen sol que brilló ayer durante toda la jornada. Lo mismo en las sombrillas y carpas que se mantuvieron como parte del servicio para esta fecha.
Las reservas en complejos de cabañas y apart-hoteles ya indicaban, desde hace una semana, que estos feriados permitirían un importante arribo de viajeros. Pero es en el centro comercial, en particular al atardecer, cuando resulta aún más elocuente el éxito de este fin de semana largo.
Los comerciantes celebran la buena cantidad de turistas que tiene el balneario durante estos días.
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